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Los Archivos perdidos de Orion: Transformers (primera parte)

December 22, 2005
Antes de lanzarnos a narrar al seleccionado del Archivo de Orion de hoy, una pequeña anécdota. Fue esta serie especialmente (junto a los GI Joe, que también compartieron peculiares aventuras entre ambas series) lo que me introdujo de manera regular en el mundo comiquero hace casi 20 años, seguidor absolutamente fiel de ambas series (lo que daba la asignación mensual) hasta su cancelación en España, no fue hasta que un día ya cerradas estas y con la paga comiquera por gastar cuando me decante por un Patrulla-X nº121 (Byrne, Lee, Portacio) y un Factor-X (Portacio) y descubrí lo que me había perdido hasta entonces..pero eso amigos, es otra historia que no tapara lo que la bella Cybertron nos dio.

No habrá serie tan conocida y entrañable para todo la gente que creció en los 80 como los Transformers, ya fuera por cualquiera de sus medios de difusión comics, juguetes (que caros eran!!) o serie de TV (esos doblajes mexicanos!), teníamos claro unos cuantos conceptos del universo mecánico-transformable al que nos enfrentábamos (Cybertron, Optimus Prime, Megatron, Autobots, Decepticons..).

Como iniciativa juguetera (quien no los recuerda?) no tardo en ver un filón fácilmente aplicable al cómic, una vez más, de la mano de Marvel, como otras tantas que le siguieron antes (y ya comentadas en este mismo blogespacio).

Teníamos 2 bandos, Autobots y Decepticons, enfrascados en una terrible y cruel guerra civil en su planeta, Cybertron, dos lideres carismáticos en cada bando, Optimus Prime y Megatron, y un conflicto que se extendió por toda la galaxia hasta que llego a la Tierra.

Con una portada tan siniestra de Bill Sienkiewicz y con fecha de Septiembre de 1984 se dio salida a la serie regular que tan buenos momentos nos daría. Con Plots de Bill Mantlo (escritor poco reconocido y a la sombra de los grandes, nunca se le reconocerá su enorme valía), diálogos de Ralph Macchio y dibujos de Frank Springer (sin duda el mejor dibujante que supo plasmar la esencia de los Transformers) se inicia un planteamiento bien sencillo, lo dicho un conflicto civil entre 2 bandos de enormes maquinas inteligentes capaces de transformarse en cualquier objeto mecánico que acaban en la tierra tras estrecharse su vehículo, el Arca, tras un feroz combate a bordo, despiertan de un letargo de 4 millones de años en el Monte St. Hilary en Oregon. Una vez allí el Arca les asigna la capacidad de transformarse en la forma de vida dominante para poder pasar desapercibidos… vehículos, equipos electrónicos y armas.

Así y tras la marcha del destacamento Decepticon del Arca (ahora, base de los Autobots) en busca de su propia base de operaciones se inicia la lucha por el planeta, unos para conquistarlo y usar sus fuentes energéticas (Decepticon) y los otros para preservarlo y convivir con la raza humana (Autobots) a la que muy pronto se les unirán, especialmente la familia Witwicky (Padre e hijo, Buster) como nexo para conocer y adaptarse a las peculiaridades del planeta.

Tras unos primeros números donde se iba asentando las peculiaridades de la serie, y en los que habría que destacar la aparición de Spiderman en el nº3 que también coincidió con el legendario subtitulo ‘More than meets the eye’ que acompaño a la mítica cabecera de portada, no es hasta el nº5 cuando empieza a despegar con la llegada conque para bien o para mal, sería el guionista insignia de la serie, Bob Budiansky (permanecería hasta el nº55) y que estaría apoyado por los eficientes Herb Trimpe y Don Perlin (especialmente este ultimo) hasta la llegada de Jose Delbo en el nº36 y que le dieron cierta homogeneidad grafica a una serie que lo necesitaba mas que otras, porque no nos engañemos cada numero era la muestra del catalogo de la empresa juguetera (Hasbro) con el lote mensual de nuevos Transformers.

Pese a un lastre tan pesado el buen oficio del equipo creativo nos iban presentando y desarrollando las diferentes personalidades de los Transformers, el legendario estratega y líder incomprendido (por sus tropas sobre su percepción hacia los seres humanos) Optimus Prime, el curioso Bumblebee, los temerarios Jazz y Prowler, el oficial medico Ratchet…que chocaban con el ala dura dentro de los Autobots, la facción de los Dinobots con su carismático y bravo líder, Grimlock que abogaba por pasar por encima de cualquiera (incluyendo los humanos) por derrotar a los Decepticons. Estos mismos con el férreo y despiadado Megatron y su fiel lugarteniente Soundwave, el pérfido Starscream, el megalómano Shockwave que ansiaba el poder por encima de todo, conspirando siempre…

Apoyándose en los diferentes puntos de vista y percepciones de cada miembro de los bandos en conflicto, las ambiciones, los anhelos, esperanzas de poder regresar a su hogar, la visión desde la perspectiva de la humanidad, los recuerdos de Cybertron y su situación tras la guerra… logro pasar por encima de lastres, ya fueran comerciales con las consiguientes ataduras a un publico potencialmente consumidor.

Con los lógicos e inevitables bajones (esa manía de intentar encajonarlo dentro del mundillo Marvel) iba dejando su pequeña huella a lo largo de los años 80, en el primer año de la serie ya nos topábamos con la lucha cainita entre Megatron y Shockwave por el liderazgo Decepticon, la incorporación de los Dinobots tras descubrirse que estuvieron activos millones de años antes con Grimlock cuestionando las ordenes de Optimus Prime, la aparición de Cortacircuito (una perturbada creación de los daños colaterales entre bandos ) obsesionada por acabar con cualquier Transformer, o los Constructicons, un grupo de 5 Decepticons capaces de combinarse y formar al Devastador (quien no recuerda semejante juguete?).

El segundo año, aparte de alguna que otra aparición fuera de tono (ese Robot Master es ridículo) e historias no muy trascendentes que, en general, no solían pasar de 24 páginas. Llegamos al nº17 y 18 donde se nos cuenta una historia centrada en Cybertron donde los Decepticons han conquistado gran parte del planeta mientras una pequeña resistencia de Autobots sigue aguantando presentando a Blaster como futuro refuerzo en la Tierra y al sistema de transporte que durante breves periodos de tiempo puede unir Cybertron y la Tierra para el envío de los consabidos refuerzos para ambos bandos, el Puente.

El nº20 presenta una de las mejores historias, ya que ambos bandos se persiguen y exploran el terreno en su titánica guerra, nos encontramos con el enfrentamiento de Ravage (Decepticon con forma de Pantera) y Skids (Autobot) en un pueblo perdido, cazador y presa, los sueños y miedos de Skids superados por la ayuda de una mujer (se puede enamorar una máquina, tiene sentimientos… ?Desde luego que sí), cambiaran la manera de ser de un soldado que apenas mostraba interés por el medio donde estaba.

Ante tal cantidad de Transformers era evidente que el protagonismo hasta ahora y durante toda la serie era coral, muy coral, apenas nos encariñábamos con un determinado Transformer que un par de números después pasaba al limbo de cada bando. El ejemplo es por ejemplo Skids, aguantando unos 3 números más (y presentando de paso a los Aerialbots, el equipo combinado) y volviendo a aparecer solamente como secundario gráfico hasta el cierre de la serie.

Al fin y al cabo, era un relato sobre una guerra entre 2 bandos de maquinas y, como en toda guerra, hay bajas… y las hubo. Prácticamente en el nº24 gran parte de la expedición inicial Autobot había caído en combate (desactivados a manos de Cortacircuitos) rápidamente reemplazados por los nuevos modelos (Protectobots), los Dinobots habían abandonado a Optimus por su enconada visión de la estrategia a seguir.

Y pasó lo que tenia que pasar, la muerte de Optimus a manos de un diabólico Megatron (Loki parecería una hermanita de la caridad) en un singular combate simulado donde se nos presentaría a otro miembro humano, el programador Ethan Zachary.

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